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Estatua

Los últimos días me la he pasado muy inmovil, como estatua, como muerto. Me pregunto ( gracias a septima madrugada ) si esto es estar muerto. Como dice ella, ves pasar gente, ves para aire, ves soplar viento, pero tú estás inmovil, como piedra, como muerto. Los gusanos te van comiendo y tú nomás que no gritas, porque estas muerto. El sepulturero te entierra, pero ni te asustas, porque estás muerto. Los ratones se comen tus huesos, y no te importa, porque estás muerto. Y no lloras, porque estás muerto. Y no ríes, ni un momento. ¿A quién le importa?, estás muerto. Yo no estoy muerto. Yo respiro, y lo siento. Yo me entrego, y aquí me encuentro. Y aunque me petrifique, no estoy muerto. Yo como, yo disfruto, yo siento, porque no estoy muerto. Y aunque me veas como piedra, no estoy muerto. Sí no, ¿cómo te explicas lo que siento? A ver si mañana amanezco menos piedra, menos muerto. (¿Y sí acaso vienes y me despiertas, pa ya no verme muerto?) (Ya sabes tu arreglar las cosas, con tus besos)

Y sigue la mata dando...

Falta de ilusión es el referente con el que puedo hablar sobre mi en estos días. Falta de coraje, de valor, de actitud hacia la vida. Hoy voy a ser un poco más mundano, más simple, sin tanta poesía, ni trova, ni estadística futbolera . Necesito sentarme y hablar con mi blog como si fuese mi amigo, con eso de que hoy por hoy, van quedando pocos sujetos a los que puedo llamarles y gritarles un help en la cara. Ya sabemos, rara vez los hubo (por mi mismo), pero bueno, hoy se sabe que son menos que más. Reprobé hoy un examen, metodologías de la programación. Eso no es gran cosa a menos que ignore algo, claro, claro, que me cala totalmente en el orgullo. Las últimas semanas debo aceptar que no he sido precisamente el alumno ejemplar, pero como buenos humanos, todo iba bien escudadito en la siempre valiosa excusa de que la Fisica Fundamental, el Álgebra y la Geometría Analítica no han sido precisamente mis fuertes en los últimos años. Pasó algo curioso con las metodologías y cosas estas. ...

Donde el tiempo no pasa

Oscurecía ya en la poca o nula visión de mi tarde ociosa, sin pudor más que otra cosa, me paraba en la esquina a pensar. Pasaban las horas como dardos fútiles, sin valientes trastornos mentales. Todo era eso, soledad. Soledad que acariciaba mi espalda. (No sé cómo pero escuché a los niños pasar) Caminando sin sentido definido buscaba una excusa para mis pecados, un alimento para mis gulas, un camino para no olvidar. Pasaba enfrente de fondas, de restaurantes, de pequeñas alcaldías y grandes establecimientos tribunales. De algarabías, de contrariedades. De historias que van topando a mi mirada sin preguntarse nada más. Llegué de pronto a una calle vacía, donde margaritas observaban a los arboles inalcanzables, y enseñaban a sus faldas el arte de expresar (Uno que otro se escondía por temor a sus clases maternales, de amor y de bondad) Los niños se arremolinaban frente a maquinas seductoras de luces hipnotizantes, los adultos se escondían a exprimirse otra hora de vida frente al televiso...

Aquí en donde estamos

Ante cada madrugada, y ante cada caricia olvidada, quiero uno de tus besos, pa' no olvidarlos nunca. Así, cada vez que la aurora nos arrope, yo tendré que recordarte, aunque sea por una hora. No olvides que el olvido, es negar que existimos por una eternidad. Aquí en donde estamos.

La linea de fuego

La linea de fuego que divide todo en nuestras vidas es muy estrecha. Facto. Hay barreras para todo, y como soldaditos en guerra, vamos poniendo trincheras en cada campo de batalla, unos por cobardes, otros pa' olvidar. Y es que está desde la delgada linea entre odio-amor, hasta la siempre muy inexplicable barrera del pasado-futuro. De lo que pudo ser, de lo que nunca fue. De lo que nunca fuimos. Yo nunca vine a este campo a pelear Los últimos meses han sido como un pastel delicioso del cual me he atragantado. No aguanto, no soporto otro bocado más. Necesito cierta paz que perdí aquel día en que decidí callarme por el bien de nosotros, por el bien de ellos, por el bien de quien no la teme, ni la debe (bueno, tal vez) , y tal vez, sólo tal vez, ni la sentirá. Resulta que un día te encuentro y al otro te pierdo. ¿Qué tal, a qué sabe la desdicha? A pura mierda, me dije a mi mismo. Y de nada sirvió. Odio las guerras (menos las que suceden en el xbox pasadas las horas en la noche, en hor...

Edificios de madera

Por más que uno lo niegue, por más que le plazca mofarse de si mismo, ignorar que nos queda un poco de inocencia, que no vemos, es el juego inagotable de aquellos que soñamos. Seguimos siendo ilusos, seguimos siempre soñando... Hoy desperté sabiendo que no debía moverme de la casa. ¿Por qué? Ni idea... La respuesta, al final, llegó como yo lo esperaba. Nunca he hablado sobre esto, a decir verdad, quiero suponer que es la primera vez que lo tomo en cuenta. Un nuevo descubrimiento, diría yo... Comienza: He tenido grandes ilusiones en mi vida. Amores inexplicables, historias infinitas. Hace poco protagonizé uno de los capitulos más hermosos de mi vida y son cosas que no pienso cambiar por nada en el mundo. Las suelo disfrutar de sobremanera. No me quejo, en serio, de lo ocurrido en el pasado. Yo disfruto recordando, recapitulando, trayendo a la vida memorias enterradas al plasmarlas en papel. De todas esas tantas historias y recuerdos que han venido a parar en poemas y posts de Serpiente ...